Uno de los enemigos de un buen jardín son, sin duda, las malas hierbas, que deslucen todos los trabajos de conservación y limpieza del jardín.

Lograr una cobertura libre casi del 100%, es posible con una malla antihierba o un elemento geotextil, que impida el nacimiento de esas plantas molestas y ayude a mantener la zona limpia durante más tiempo.

Además, ayuda a evitar barrizales, lo que la convierte en un producto fundamental para las zonas ajardinadas que soportan pasos de personas o vehículos.

Su instalación es sencilla y económica y entre sus ventajas también destaca la lucha contra la contaminación de los materiales con la tierra que los soporta, con el paso del tiempo.